Desde el Sindicato Médico de Navarra consideramos que la nada sorprendente dimisión del actual Gerente del SNS, Sr. Rubio, se enmarca dentro de la colección de fracasos que la política del actual Dpto. de Salud, dirigido por la Sra. Vera viene arrastrando prácticamente desde el comienzo de la legislatura. Se trata de una secuela más de una peculiar forma de entender la gestión sanitaria basada, en demasiadas ocasiones, en ocurrencias e improvisaciones.

La trayectoria del Sr. Rubio en el SNS se ha caracterizado por su invisibilidad. Relegado casi desde su nombramiento, cuando no relevado de sus funciones, únicamente se ha destacado por estampar su firma en un buen número de disposiciones e instrucciones que han sido objeto de polémica y conflicto entre los profesionales de salud, especialmente los médicos (instrucciones sobre consultas, Urgencias Rurales, etc.) sistemáticamente denunciadas por el Sindicato Médico de Navarra y muchas de ellas pendientes de resolución judicial.

De acuerdo con lo publicado en prensa, el Sr. Rubio ha solicitado hacer efectiva su dimisión en el próximo consejo de Gobierno del SNS donde pretende explicar sus puntos de vista: el SMN estará muy pendiente de sus explicaciones que quizás aportarán algo de luz a algunos de los desaguisados sanitarios pasados y –mucho nos tememos- venideros. En este sentido resulta especialmente preocupante, aunque en absoluto novedosa para este sindicato, la afirmación de que “es opaco saber quién toma las decisiones o por qué se toman”: ¿el Gerente del SNS desconoce quién y porqué se toman decisiones importantes?

Esta enésima dimisión o cese en el seno del mismo equipo del Departamento de Salud tienen como nexo de unión y última responsable a la propia Consejera de Salud, lo que nos lleva a cuestionar nuevamente si no es ella quien debiera asumir su fracaso y apartarse del cargo por el bien de la Sanidad Foral.