Salud no ha cumplido con su compromiso de abordar los problemas de los residentes: había emplazado al Sindicato Médico para tratar el tema pero ni siquiera se han dirigido a nosotros.
DENUNCIAMOS:
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RESIDENTES EN EL SERVICIO DE URGENCIAS DEL CHN:
A pesar de las reiteradas denuncias realizadas por parte del SMN y de las noticias reflejadas en los medios de comunicación (carta de opinión), el SNS-O utiliza a los residentes como si fueran personal de staff en el Servicio de Urgencias del CHN, considerándolos como “especialistas” a la hora de contabilizar el número de médicos que cubren los turnos de mañana, tarde y noche.
La normativa estatal: Orden SSI/81/2017 de 19 de enero y anteriores; así como la propia normativa del SNS-O: Normativa de guardias elaborada por la Comisión de Docencia en Mayo de 2016,establecen que TODOS los R1 deben contar con una tutela de presencia física. Esto supone que deberán estar SIEMPRE al lado del Adjunto, no pudiendo atender solos a los pacientes, ni establecer diagnósticos, ni indicar tratamientos. Conforme avanza la residencia, poco a poco, irán asumiendo responsabilidades.
En base a todo ello debería considerarse que los residentes son PERSONAL EN FORMACIÓN, lo que implica un trabajo adicional para el Adjunto que lo tutela y no una descarga de dicho trabajo. Aunque queda claro que es imprescindible y obligatorio que los residentes desarrollen su actividad laboral en el Servicio de Urgencias del CHN para su formación, no pueden ser considerados, ni contabilizados –tal como hace la Administración- como médicos perteneciente al staff ni complemento del mismo.
Desde la unificación del Servicio de Urgencias del CHN, los facultativos especialistas que trabajan en dicho Servicio padecen importantes dificultades para la supervisión adecuada y necesaria de los residentes debido fundamentalmente a dos factores: en primer lugar por la excesiva carga laboral propia del Servicio, cuya presión va en aumento. En segundo lugar, debido al elevado número de residentes R1 y R2.
Consideramos inaudito que una institución pública como es el SNS-O incumpla tanto la normativa estatal como las directrices establecidas por ellos mismos.
¿Cómo van los profesionales a confiar en las instituciones y sus direcciones de personal cuando, ante problemas tan importantes para su futuro personal, se inhibe y mira hacia otro lado?
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FALTA DE COMUNICACIÓN:
Queremos denunciar que la falta de comunicación entre los diferente servicios de urgencias que existen en Navarra (hospitales comarcales, centros de AP distribuidos por toda la geografía, etc…) provoca graves distorsiones en la atención urgente –que no vital- de la población navarra.
Frecuentemente nos encontramos con situaciones en las que un paciente ya valorado, diagnosticado e incluso iniciado su tratamiento por un facultativo de otro centro, pero que dado su estado de salud, precisa seguir su atención en el Servicio de Urgencias del CHN, al llegar a este se vuelve a iniciar el circuito, lo que retrasa de forma innecesaria la continuación del proceso asistencial. Todo ello supone un retraso inadmisible para la recuperación del paciente, así como una duplicación innecesaria de tiempos, actos médicos y diagnósticos y realización de pruebas complementarias. Además del trastorno para el paciente, ello supone un incremento absurdo del gasto sanitario.
Por otra parte, no es infrecuente encontrarnos con el sinsentido de que un paciente, valorado y orientado previamente por un facultativo especialista (en el nivel correspondiente) es reevaluado de nuevo en Urgencias a menudo por un residente (médico en formación).
¡Ni los afectados ni el sistema tienen por qué soportar este despropósito organizativo!
La principal responsabilidad de estas graves irregularidades que suponen un incumplimiento de una normativa, recae sobre la Administración. Por tanto, mientras no exista concienciación y por ello tampoco acciones encaminadas a resolver estas deficiencias por parte de los responsables, es imposible avanzar hacia una resolución de estos problemas.
accede desde aquí a la noticia de Diario de Navarra, 29 de abril de 2017