Sindicato Médico de Navarra, 20 de noviembre de 2018

Por todos es bien sabido el grave problema que está empezando a consolidarse en Navarra por la falta de médicos. Este problema es especialmente serio en Atención Primaria y más aún en la Pediatría Rural.

La llegada del actual Consejero al Departamento de Salud resultó esperanzadora para resolver éste y otros problemas. Así, según declaraciones del Sr. Domínguez:

– “La mayor riqueza del Servicio Navarro de Salud son sus profesionales”.

– “El profesional médico ha sido ignorado durante mucho tiempo, y en las últimas legislaturas, más”.

Pues bien, vamos a terminar la legislatura sin un esfuerzo real para mejorar las condiciones laborales y económicas del colectivo, e ignorando, como nunca, a dichos profesionales y sus representantes.

¡¡¡ Menos mal que iba a haber un cambio !!!

Prueba de ello, varios ejemplos:

• OPE de consolidación ridícula y de ejecución demasiado tardía:
  • Ni consolida ni compite con otras comunidades en número de plazas.
  • El domingo 11 de noviembre se celebraron ya las pruebas para de reparto de 220 plazas de Pediatría de Atención Primaria en Baleares, Extremadura, La Rioja, Castilla León y Aragón. Estas 3 últimas, comunidades vecinas de Navarra. (VAMOS TARDE… COMO SIEMPRE).
• Propuesta de nueva OPE 2018:
  • Muy escasa, tanto a nivel hospitalario como de Atención Primaria, dado el déficit y la temporalidad actual de los facultativos.
  • De las 30 plazas que se convocarán de Médico de EAP, SNU y SEU, 9 de ellas (casi el 30%) tienen como requisito el euskera. Es curioso que sólo se exija como requisito para tomar la plaza en posesión y cuando nadie las coge se oferten a interinos sin esta condición. Algunas de las plazas con este requisito siguen sin cubrirse …
  • El total de vacantes de Pediatría de Primaria convocadas es de 3 paupérrimas plazas. Recordemos que en Navarra casi el 20% de las plazas de Pediatría sigue cubierta por Médicos de Familia (gracias a Dios…) y alguna sigue actualmente sin facultativo.

En resumen, el camino de la actual sanidad navarra, y de sus dirigentes a la cabeza, nos conduce hacia un precipicio, ya conocido y evitable hace tiempo, pero ignorado de forma irresponsable.